¿QUÉ ES LA SOMBRA? concepto propuesto por el sabio Carl Jung
Muchas veces lo que no podemos aceptar de nosotros mismos tendemos a verlo y magnificarlo en quienes nos rodean. Quiero en esta nota contarte un poco más sobre este fenómeno y el cómo comenzar a superarlo.
De acuerdo con la psicología de C.G. Jung la sombra, está constituida por el conjunto de las frustraciones, experiencias vergonzosas, dolorosas, temores, inseguridades, rencor, agresividad que se alojan en lo inconsciente del ser humano formando un complejo, muchas veces, disociado de la consciencia. A todo esto que no aceptamos de nosotros mismos lo quitamos de nuestra consciencia alojándolo y reprimiéndolo en nuestro inconsciente para "hacer de cuentas" que no existe (aunque esto no significa que se esté eliminando) en una especie de "ojos que no ven, corazón que no siente".
Lo que suele suceder normalmente cuando no podemos asumir esas características en nosotros mismos, es que tendemos a atribuirlas a los demás mediante por ejemplo, el mecanismo de defensa psicológica llamado “proyección”. Así podemos ver reflejados nuestros propios defectos, o limitaciones, en las actitudes que percibimos como negativas de parte de los que nos rodean.
Por otro lado y por si lo anterior fuera poco, además verlos (estén o no) tendemos a magnificar estos supuestos defectos y actitudes provocando todo tipo de enojos y reacciones desmedidas a la verdadera situación.
Debido a la dificultad de reconocer y aceptar nuestra propia sombra, este mecanismo de proyección es una de las formas más recurrentes y negativas de no trabajar los propios defectos y adjudicar éstos sólo a los demás.
Este fenómeno que se da al no poder lidiar con nuestra sombra es típico verlo de manifiesto por ejemplo en gran parte a los chismorreos o comentarios por la espalda que ocurren dentro de cualquier vecindario o entre grupos pequeños de individuos que lejos de conversar con el otro de modo constructivo para saber realmente lo que ha sucedido o llegar a un entendimiento sobre las cosas posibles a cambiar para lograr una mejor relación, se habla por las espaldas con el fin (generalmente inconsciente) de poder sacar de nosotros mismos eso “criticable” y ponerlo en otro personaje pudiendo criticarlo libremente sin saber que en realidad es una crítica a nosotros mismos la que estamos deseando hacer.
La capacidad destructiva de la sombra es muy poderosa y es responsabilidad individual luchar por su integración en la personalidad total para conseguir transformar esa misma energía en creatividad. Cuando esto ocurre se produce un crecimiento de la confianza en nuestras capacidades reales y la aceptación de las limitaciones que todo ser humano tiene activándose el potencial de desarrollo que hasta entonces no fluía. Entonces la creatividad se manifiesta en todos los niveles de la vida.
Por último quisiera agregar una aclaración que me parece muy importante: el conocer este concepto de la sombra no implica que no podamos estar genuinamente en desacuerdo con la actitud que alguien tiene hacia nosotros, pero hay que encontrar el equilibrio en el descubrir si la emoción que nos produce es realmente proporcional a lo que está objetivamente sucediendo.
Un modo de descubrir la diferencia entre estar activando una sombra y estar genuinamente en desacuerdo con algo o alguien sería tomándonos un momento para evaluar qué pensaríamos de la situación si la viéramos en tercera persona, es decir, que esto que nos molesta tanto estuviera sucediendo entre otras dos personas y nosotros viéndolo desde afuera. Si pudiéramos llegar a ver que la situación en sí misma no justifica la emoción que estamos nosotros ahora experimentando, probablemente estaríamos ante la activación de una sombra.
No hay motivos para mentirnos en este ejercicio…es un ejercicio absolutamente personal e interno en el cuál no debemos darle explicaciones a nadie…sólo debemos ser sinceros 100% con nosotros mismos para poder evolucionar a partir de lo que descubramos e ir con cada descubrimiento avanzando un paso más en nuestro crecimiento personal y la mejoría en nuestra calidad de vida personal, social y relacional.
¿Te animás a enfrentarte a tu sombra para poder iluminarla?
De acuerdo con la psicología de C.G. Jung la sombra, está constituida por el conjunto de las frustraciones, experiencias vergonzosas, dolorosas, temores, inseguridades, rencor, agresividad que se alojan en lo inconsciente del ser humano formando un complejo, muchas veces, disociado de la consciencia. A todo esto que no aceptamos de nosotros mismos lo quitamos de nuestra consciencia alojándolo y reprimiéndolo en nuestro inconsciente para "hacer de cuentas" que no existe (aunque esto no significa que se esté eliminando) en una especie de "ojos que no ven, corazón que no siente".
Lo que suele suceder normalmente cuando no podemos asumir esas características en nosotros mismos, es que tendemos a atribuirlas a los demás mediante por ejemplo, el mecanismo de defensa psicológica llamado “proyección”. Así podemos ver reflejados nuestros propios defectos, o limitaciones, en las actitudes que percibimos como negativas de parte de los que nos rodean.
Por otro lado y por si lo anterior fuera poco, además verlos (estén o no) tendemos a magnificar estos supuestos defectos y actitudes provocando todo tipo de enojos y reacciones desmedidas a la verdadera situación.
Debido a la dificultad de reconocer y aceptar nuestra propia sombra, este mecanismo de proyección es una de las formas más recurrentes y negativas de no trabajar los propios defectos y adjudicar éstos sólo a los demás.
Este fenómeno que se da al no poder lidiar con nuestra sombra es típico verlo de manifiesto por ejemplo en gran parte a los chismorreos o comentarios por la espalda que ocurren dentro de cualquier vecindario o entre grupos pequeños de individuos que lejos de conversar con el otro de modo constructivo para saber realmente lo que ha sucedido o llegar a un entendimiento sobre las cosas posibles a cambiar para lograr una mejor relación, se habla por las espaldas con el fin (generalmente inconsciente) de poder sacar de nosotros mismos eso “criticable” y ponerlo en otro personaje pudiendo criticarlo libremente sin saber que en realidad es una crítica a nosotros mismos la que estamos deseando hacer.
La capacidad destructiva de la sombra es muy poderosa y es responsabilidad individual luchar por su integración en la personalidad total para conseguir transformar esa misma energía en creatividad. Cuando esto ocurre se produce un crecimiento de la confianza en nuestras capacidades reales y la aceptación de las limitaciones que todo ser humano tiene activándose el potencial de desarrollo que hasta entonces no fluía. Entonces la creatividad se manifiesta en todos los niveles de la vida.
Por último quisiera agregar una aclaración que me parece muy importante: el conocer este concepto de la sombra no implica que no podamos estar genuinamente en desacuerdo con la actitud que alguien tiene hacia nosotros, pero hay que encontrar el equilibrio en el descubrir si la emoción que nos produce es realmente proporcional a lo que está objetivamente sucediendo.
Un modo de descubrir la diferencia entre estar activando una sombra y estar genuinamente en desacuerdo con algo o alguien sería tomándonos un momento para evaluar qué pensaríamos de la situación si la viéramos en tercera persona, es decir, que esto que nos molesta tanto estuviera sucediendo entre otras dos personas y nosotros viéndolo desde afuera. Si pudiéramos llegar a ver que la situación en sí misma no justifica la emoción que estamos nosotros ahora experimentando, probablemente estaríamos ante la activación de una sombra.
No hay motivos para mentirnos en este ejercicio…es un ejercicio absolutamente personal e interno en el cuál no debemos darle explicaciones a nadie…sólo debemos ser sinceros 100% con nosotros mismos para poder evolucionar a partir de lo que descubramos e ir con cada descubrimiento avanzando un paso más en nuestro crecimiento personal y la mejoría en nuestra calidad de vida personal, social y relacional.
¿Te animás a enfrentarte a tu sombra para poder iluminarla?